lunes, 24 de marzo de 2014

Oleo sobre lienzo. La Cocina de Marisa. Proceso




Quien no tiene un recuerdo en algún lugar de la memoria, sobre la infancia o la adolescencia,  pasada en un pueblo de la montaña o de la playa, que te trae imágenes entrañables, colores y hasta aromas de otros tiempos..?

Cuando Marisa me encargo este cuadro, me explicó lo importante que era para ella, por que en la cocina de esta casa rustica de León, habitaban muchos recuerdos muy gratos de vivencias pasadas, ya sabemos que la cocina es un lugar muy especial en las casas, no por que en ella se elaboren los guisos y viandas de la familia, si no porque también es ese sitio donde a veces, se da la intimidad suficiente para contarse confidencias, secretillos, confesiones y hasta noticias de últimisima hora...


En este caso  el cuadro representaba un rinconcito de una cocina rustica, con un techo de vigas de madera natural, como las que ya no existen  en las casas modernas de pueblo, y un maravilloso suelo hidráulico en los colores típicos de la época.


En principio hice un boceto a carboncillo, para situar todos los elementos, y un estudio de perspectiva para situar el suelo y la cocina, cuyo punto de fuga se sale fuera del cuadro, que después me sirvió para situar las baldosas del suelo en su sitio.
El  suelo quedó esbozado, sin darle al dibujo el punto definitivo de dibujo, ya que el diseño era muy complicado y decidí dejarlo para última hora, para hacer al final el balance de colores.





En el siguiente punto, le di el valor tonal con un aguarrasado muy suave para decidir armonía de colores que usaría después en la paleta.




En el siguiente paso, empiezo a definir con claros y oscuros, las luces y las sombras, y los volúmenes, las vigas del techo, la profundidad de la cocina de obra, la perspectiva de la ventana y los objetos de sobremesa.



Por último, ya con la pintura mas espesa, hago las últimas correcciones respecto a la forma y al color, le doy mas fuerza a las vigas del techo, saco todos los detalles de la cocina difiniendo las baldosas blancas de la cocina, los objetos,  los detalles de la ristra de ajos y el candil que cuelgan del techo y me dedico al diseño del suelo, que creo que es lo mas complicado, y en lo que hay que poner especial cuidado, para que sin que pierda vigor en colorido, este compensado con el resto de los elementos, para que no se "coma" visualmente el resto de los elementos del cuadro.





Marisa quedó muy contenta con el resultado, porque así puede tener a la vista siempre que lo desee, ese trocito de sus recuerdos de esa casita de León sin tener que desplazarse y  seguro que cuando lo mire,  sonreirá,  aunque nadie sepa  porqué...

Hasta pronto

No hay comentarios:

Publicar un comentario