Cuando pinto cuadros donde el cielo es parte muy importante, me planteo preguntas como si pintase algo solido que pudiera tocar para darme cuenta que textura tiene, pero el cielo solo es espacio, aire, atmósfera, luz y sombra, nada se puede tocar. Por eso recopilo datos que me den pistas, como que día hace, si es un día luminoso, cambiante, o nublado y dramático como en este caso, después me fijo de donde viene la luz aunque apenas ilumine, como son las nubes, si son masas ligeras y esponjosas o por el contrario son pesadas y espesas y si proyectan sombras sobre el suelo...Luego elijo la paleta de colores que voy a usar, porque aunque cuando somos pequeños nos enseñan que en un día despejado el cielo es azul, y un día nuboso es gris, nada es lo que parece, la mezcla de colores para un cielo como este lleva hasta amarillos, e incluso carmín de granza, para encontrar tonos que van del gris al violeta.
En este caso, la poca luz que hay, aparece por el ángulo superior izquierdo, que proyecta luminosidad sobre la arena a base de amarillos muy pálidos, lo que en contraste con el cielo de horizonte hace parecer el cielo mas oscuro.
Oleo sobre lienzo. Nublado
Este cuadro esta reproducido de una fotografía, el cual yo he modificado en colorido y en elementos, que me han parecido más adecuados para una mejor composición, según mi parecer.
Hasta pronto.
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